martes, 20 de junio de 2017

Doce hombres sin piedad.

La película comienza con la representación de un juicio en la que se procesa a un chico de dieciocho años por haber asesinado con premeditación a su padre con una navaja automática; se juzga con jurado popular, el cual consta de 12 hombres de diversas clases sociales. Si el jurado considera que no hay pruebas para juzgar culpable al acusado, se le dejaría en libertad; por el contrario, al ser considerado culpable, sería llevado a la silla eléctrica: la decisión de la vida o la muerte del acusado queda en manos del jurado. El verdadero conflicto de la película empieza cuando el jurado se retira a deliberar. 

Al principio todo comienza bien pero al deliberar por primera vez la mayoría considera culpable al muchacho, sin embargo, un hombre lo considera inocente y así empieza una autentica disputa. Conforme más argumentos da este hombre, mas hombres del jurado se unen a su postura, hasta que al final después de varias horas de deliberar solo un hombre sigue considerando al chico culpable. La razón de esto queda clara al final de la película pues este hombre tenia un hijo con el cual, al parecer, no se llevaba bien por lo que sus argumentos quedaron invalidados por completo y el chico es declarad inocente. 
Creo que esta película pretende enseñar que no todo es lo que parece, ya que al principio el chico parecía totalmente culpable, todo apuntaba a ello, pero al final, con una serie de argumentos, quedo claro que era justo lo contrario.  

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