lunes, 12 de diciembre de 2016

MORAL Y JUSTICIA - Domingo Méndez García

A lo largo de la historia las personas han convivido en sociedades distintas, pero han cooperado para lograr fines como la supervivencia, la mejora de la calidad de vida, el avance tecnológico, la felicidad… No obstante, casi siempre unos han acabado gozando de los privilegios mientras otros trabajaban para mantenerlos. Para evitar esos graves problemas, se ha hecho uso de la justicia, es decir, el principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o merece.
Para mí la mejor definición de justicia es la que da John Rawls, que establece la justicia como equidad. Para él, para que se cumpla la justicia se ha de cumplir que:
  • Cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas compatible con un esquema similar de libertades para otros, es decir, todas las personas deben tener derecho a unas libertades y cumplir unas obligaciones para que estas libertades no entren en conflicto con las libertades de los demás.
  • Las desigualdades sociales y económicas deben resolverse de modo que resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad y de modo que los cargos y puestos deben estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad de oportunidades.

También cabe destacar que la justicia ha de ser imparcial, es decir, todos somos iguales ante la ley. Para cumplir con el principio de igualdad de Rawls y con este último de la imparcialidad convienen otros requisitos para que se cumpla la justicia como son el uso de la bondad, o inclinación a hacer el bien, y el reconocimiento de la dignidad humana, es decir, el derecho de cada persona al respeto y a ser valorado como individuo por el único hecho de ser persona. Esta dignidad, junto a un esquema de derechos básicos, se recoge en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por otro lado, para que se cumpla el principio de la diferencia de Rawls (el segundo citado), es necesario el valor moral de la solidaridad o ayuda a las personas menos aventajadas de la sociedad.
Sin embargo, lo más importante para que se cumpla la justicia además de los derechos son las obligaciones. La sociedad se rige por normas legales o leyes. Estas leyes han de perseguir la justicia y el bien común, lo que para mí se resume en que debe de establecer una serie de libertades y obligaciones básicas a la vez que buscar el avance para favorecer el bien común y la felicidad social. Yo pienso que el sentido de las leyes reside en establecer un orden social para que se cumpla y perdure la justicia, por lo que estas leyes no tienen sentido si no se obedecen. Además, estas leyes han de estar basadas en el consenso o acuerdo entre los ciudadanos, y por tanto tienen carácter relativo dependiendo de quienes sean o qué acuerden los ciudadanos. Esto nos lleva a pensar en el relativismo de las normas, es decir, que la legitimidad de una norma reside en lo que piense la sociedad. También hay que destacar la existencia de principios morales universales que están por encima de todas las normas y que las rigen, independientemente de la sociedad.
Este sentido de las leyes nos hace cuestionarnos la sociedad y las normas con preguntas como: ¿El hombre es bueno o malo por naturaleza?
Esta pregunta cuestiona si la sociedad y las normas oprimen al ser humano, que es bueno por naturaleza o si por el contrario corrigen la actitud del ser humano, que es malo por naturaleza. Para mí el ser humano no es ni bueno ni malo por naturaleza porque la naturaleza no distingue entre el bien y el mal. Lo bueno y lo malo es una construcción de la cultura que tiene cierta relatividad. No se puede decir que el ser humano es bueno ni malo por naturaleza ya que hay personas que actúan por bien propio y otras que actúan por bien común, pero se pueden juzgar los actos como buenos o malos dependiendo de si favorecen o no el bien común. Por lo tanto el ser humano no es ni bueno ni malo por naturaleza sino que dependiendo de la situación y de la educación que ha obtenido hará actos buenos o malos.
Otra pregunta que cuestiona las leyes es: ¿Hay leyes injustas o que atenten contra los Derechos Humanos?
Yo pienso que sí, hay leyes injustas. Estas leyes no cumplen los requisitos de justicia antes mencionados y/o atentan contra los derechos humanos. Esto normalmente se debe a que la autoridad abusa del poder y beneficia a los privilegiados o simplemente que la ley injusta no obedece al consenso. Un ejemplo puede ser cualquier dictadura, como la de Corea del Norte. La injusticia de una ley también se puede deber a un mal juicio de la ley por parte de los que la formulan y la aceptan, como puede ser el parlamento. Esto es meramente un fallo del consenso y normalmente forma leyes polémicas que para algunos son buenas y para otros son malas, pero no es tan importante porque es un fallo, la intención si era el bien común. Por ejemplo, en Tulsa, Oklahoma, va contra la ley abrir una botella de refresco sin la supervisión de un ingeniero con título. Esta ley es absurda y se debe a un mal juicio del ayuntamiento de la ciudad, que seguramente consideró que era peligroso o insensato, aunque no lo sea. Otras leyes injustas se deben a que los ciudadanos han llegado por consenso a un acuerdo injusto o que atenta contra los derechos humanos, normalmente por ideas culturales o religiosas. Por ejemplo, en Singapur está prohibida la homosexualidad. Eso atenta contra el artículo 2 de los Derechos Humanos.
De esta manera, se establece un orden de prioridad entre los referentes de nuestra moral para perseguir el bien, que es ideales (objetivos de la conducta humana) > principios morales > valores morales > normas. La relación entre el tema anterior y esto es que lo más importante son los fines de la humanidad, en los que se basan los principios morales (como la justicia) que a su vez rige las normas (como las leyes) que se basan también en valores morales.

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