miércoles, 14 de diciembre de 2016
Librertad y justicia
Pero volviendo al tema, la libertad es, según Nino Bravo, algo que nos hace sentir como el sol, o como un pájaro que pudo por fin salir de su jaula y volar, esa sensación de libertad nos puede dar a entender que podemos hacer lo que queramos cuando queramos y como queramos, pero eso no es así, ya que si fuera así creo que el mundo se volvería un Mortal Kombat constante, y la verdad, no me gustaría vivir en un mundo así. Para que el mundo no se vuelva así tenemos la justicia, que según Maná en su canción "Justicia, tierra y libertad" es algo que todas las personas tendríamos que tener, ya que por ser una persona de color no va a tener menos derechos que una persona de piel blanca. La justicia tiene que ser neutral e igualitaria, ya que sino no sería justicia, y como dice Birdy, las personas ayudan a las personas, porque si no nos ayudamos entre nosotros, ¿quién lo va a hacer?
También hay que tener en cuenta como somos las personas, hay gente que dice que somos malos por naturaleza, y otros que dicen que somos buenos por naturaleza, personalmente pienso que nosotros nacemos neutros, y que depende del entorno que tengamos y lo grande que sea nuestro Pepito Grillo seremos de una manera o de otra, aunque no todo tiene que ver con el entorno, ya que por ejemplo si el entorno influyera al 100% en nosotros todos seriamos iguales, no habría homosexualidad, tampoco diferentes estilos de música, y un largo etcétera que me da repelús solo el pensarlo. Hay una frase que me gusta mucho que es la de "todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo", yo le veo a esta frase un significado judicial, ya que todos somos iguales ante la ley, pero tenemos diferentes formas de pensar, de hacer las cosas, etc.. También tenemos que tener en cuenta a nuestra sociedad, ahora mismo la mayor parte de la sociedad está corrompida, ya sea por el poder, por el dinero, quién sabe. Lo que hace que las personas se vuelvan más frías y con más necesitad de poder, no todas obviamente, pero sí un porcentaje alto de las personas, todo esto es desde mi punto de vista obviamente, a lo mejor me equivoco, pero yo lo veo así. La justicia está hecha para que siempre gane el más poderoso, incluso cuando se inventó era así. Eso nos lleva a que los derechos y las leyes están hechos porque las personas tenemos una cosa que se llama dignidad, y la dignidad es algo que por mucho que quieran no nos la pueden quitar, no es tan fácil como quitar una goma o un coletero.
Reflexión sobre la felicidad y el bienestar con uno mismo
Todos queremos ser felices en nuestra vida, sentimos que la felicidad es algo que se puede alcanzar y mirando esto desde un punto de vista lógico, tiene sentido, es decir ¿por qué si existe el mal (y de esto si solemos estar bastante seguros) no puede existir el bien? Sería injusto, ¿no es cierto? e incluso yo diría que incorrecto ya que yo me suelo guiar bastante por lo que es justo y equilibrado, y para explicarme pondré el ejemplo de como la naturaleza permite que mueran unos para así, dar vida a otros. Claro que mis teorías filosóficas no tienen por qué ser correctas, obviamente, simplemente es mi opinión personal. Pero, esta opinión tiende a contradecirse debido a que:
Por otro lado, las personas solemos tender a confundir felicidad con el bienestar, lo cual me lleva a pensar que tal vez la felicidad no exista, y que sea bienestar a lo que nos referimos cuando pensamos que estamos felices, pero eso, al fin y al cabo, depende de cada uno de nosotros y de como somos y nos tomamos las cosas que nos pasan, creo que nosotros mismo podemos alcanzar, de diferentes maneras, un estado de bienestar si nos lo proponemos. Busca motivos para estar contento/a.
Busca emociones nuevas
martes, 13 de diciembre de 2016
Reflexión sobre la libertad
lunes, 12 de diciembre de 2016
Santiago Méndez Reflexión
SANTIAGO MÉNDEZ GARCÍA 4ºB
REFLEXIÓN: LA SOCIEDAD, LOS DERECHOS, LAS NORMAS Y LA CONCIENCIA MORAL
Reflexión sobre la libertad, la ley y la justicia
Más allá de las manifestaciones que atentan contra la libertad de manera directa buscando el perjuicio de una o más personas como las formas más primitivas de coartar la voluntad (por ejemplo, la reclusión física) o la imposición de un poder tiránico que oprima sistemáticamente a los individuos, los límites y las normas pueden aplicarse de manera diferente. Si lo pensamos bien, al igual que no puede concebirse el ser humano sin libertad, resulta muy difícil imaginar una sociedad que funcione con ausencia total de normas, restricciones o límites. Sin embargo, aunque muchas personas estén de acuerdo con esta última afirmación, esto parece entrar en conflicto con el que es el derecho más primordial para la gran mayoría de nosotros: la libertad. Esto se debe sobre todo a que generalmente, nuestro concepto de felicidad y de bienestar tiene un carácter mayoritariamente individualista y en mayor o menor medida relacionado con el pensamiento maquiavélico (el fin justifica los medios), lo cual nos hace considerar las leyes y la normativa como algo intrusivo que nos coarta, cuando realmente no nos damos cuenta de que las leyes contribuyen a que la libertad de una persona no se vea mermada por el hecho de que otra esté haciendo uso de la suya. De ahí viene la famosa idea de que la libertad de una persona termina donde empieza la de otra.
La libertad dijo un día a la ley: «Tú me estorbas.»
La ley respondió a la libertad: «Yo te guardo»Pitágoras
De esta idea podemos por lo tanto extraer la conclusión de que a pesar de que la libertad vista como un derecho individual que entra en conflicto con las acciones de los demás da lugar en muchas ocasiones a desconfianza de las leyes y la autoridad, estas últimas ayudan a tener una sociedad no perfecta, pero sí basada en unos cimientos que la sostengan y sobre todo, justa. Pero, ¿qué es la justicia? Según su definición más neutral u objetiva: «valor que consiste en actuar y juzgar conforme a la verdad y otorgar a cada uno lo que le corresponde. » Por lo tanto, una sociedad justa será aquella en la que se tenga en cuenta la dignidad de cada individuo por el mero hecho de ser humano como uno de los derechos básicos y se obre y se valore de manera que todos tengamos igualdad de oportunidades y seamos juzgados de la misma forma. Está íntimamente relacionada con el concepto antes esbozado de felicidad social, es decir, que ese tan apreciado bienestar individual sea trasladado a nivel global gracias a unas pautas que hagan posibles los cambios necesarios. Pero esto no será posible hasta que no tomemos conciencia de que para ser felices realmente no necesitamos un coche, un trabajo, una familia y amigos, hasta que no nos demos cuenta de que nuestra vida no es una burbuja sin vistas al exterior, hasta que no comprendamos que la felicidad de los demás debe ser también la nuestra. Quizá entonces demos el paso de no necesitar las normas porque tendremos el criterio suficiente par ser capaces de apreciar la importancia de estas, estableciendo nuestras propias directrices y de vivir conforme a ellas. Tal vez entonces cobre sentido esta cita con la que cierro la entrada y sobre la que os invito a reflexionar.
Libertad y dignidad
A lo largo de estos meses, en clase hemos estado hablando, debatiendo y compartiendo opiniones sobre los conceptos de libertad, justicia, dignidad o comentando leyes y hechos actuales, como guerras, personas que se han visto involucradas en éstas, derechos humanos y la infracción de las mismas, entre otros temas de gran interés y polémica actual. En realidad, es algo bastante amplio y complejo, ya que podríamos pasarnos una vida entera hablando de eso y nos faltaría hasta tiempo. Teniendo en cuenta esto, es complicado hablar de ello en dos o tres párrafos, pero eso no frena mis ganas de querer compartir mis opiniones y pensamientos.
Si nos paramos a pensar un poco, esto de la libertad para nosotros es algo obvio, algo que cada persona debe de tener ya que es un ser humano, una persona. Pero también se debería de saber que es algo relativamente nuevo en comparación con todos aquellos años en los que muchísimas personas lucharon por ella. También cabe decir que seguimos en esa lucha, ya que todavía no hemos conseguido que se respete, no a nivel político, donde el dramaturgo Víctor Hugo traduce esa libertad como derecho. Aquí entramos en los derechos humanos, todo aquello que deberíamos de tener y poder hacer por el simple hecho de ser humanos, personas con dignidad. No voy a entrar en la Declaración de los Derechos Humanos ni de cuáles ni cuántos son, ya que no lo sé (no todo, por lo menos), sino aquello que llevó a que se impusiera esta medida. Y no, no voy a entrar en el tema de las guerras, las muertes ni en política. Exacto; no es mi fuerte.
La cosa es que llegó un momento en el que el ser humano se dio cuenta (o por fin hizo caso a ese pensamiento) de que nos estábamos autodestruyendo nosotros mismos, a la vez que "empezábamos" a perder ese respeto hacia los demás, haciéndoles formar parte en cosas que ellos mismos no querían (muy claramente). Fue cuando la violación de la dignidad humana se hizo MUY evidente y por eso mismo se hizo un documento oficial donde se escribieron todos aquellos derechos que uno debe de tener.
Como sabremos, violaciones hacia la dignidad de una persona ha habido desde siempre. Pero ¿por qué? ¿Por qué decimos que es una violación contra nuestra dignidad? He aquí podemos meter a Kant, filósofo prusiano ilustrado, que defendió la dignidad, además de otras cosas, como la autonomía personal. Decía que el ser humano se merece un trato especial y que es un fin en sí mismo, no un medio; es decir, no puede ser utilizado por otro(s) para alcanzar un objetivo, ya que eso lo convertiría en un objeto. Esto conlleva al derecho de ser respetado y, a la vez, respetar. Volviendo a lo que he dicho al principio de este párrafo, sabemos que no siempre nos hemos respetado, empezando a hablar de hace miles de años, donde lo justo o lo correcto o ambas cosas era lo que decía una persona, un grupo o varios grupos de personas que eran los poderosos, los que tenían recursos o, simplemente, los que gobernaban. La mayoría de ellos (por no decir que todos, pero no vaya a ser que haya habido excepciones y espero que las haya habido) se guiaban por sus propias necesidades y, como mucho, también por las de sus seres queridos. Nadie pensaba que tuviésemos una dignidad y, por ello, derechos.
Hoy en día eso es indispensable, ya que menos mal que hubo gente que se dio cuenta de que somos personas con personalidad (valga la redundancia) y que por eso meremos respeto. Relacionado a esto, suelo pensar mucho en lo poco y despacio que avanza la Humanidad. También pienso en cómo ha sido posible que la gente viviese en la ignorancia durante tantísimo tiempo. Vale, sé que ha sido por muchísimos factores, pero a veces me permito esa incomprensión.
Enlazando dichas ideas con la libertad, podríamos decir que los humanos somos libres porque tenemos dignidad y, al tener dignidad, deberíamos de respetar la de los demás, al mismo tiempo que ellos respetan la nuestra. "En otras palabras, aquello que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. En caso de que no se cumpla esto último se estaría hablando de libertinaje. Pues la libertad implica una clara opción por el bien." (sacado de http://conceptodefinicion.de/libertad/)
Para acabar, vuelvo a repetir que es algo muy complejo y extenso de explicar. Además de pedir perdón por mi poca objetividad y, tal vez, fallos en alguno de los puntos. Pero bueno, uno aprende cada día y no para de avanzar y crecer.
Gracias por leerme y cualquier aportación es bienvenida.
MORAL Y JUSTICIA - Domingo Méndez García
- Cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas compatible con un esquema similar de libertades para otros, es decir, todas las personas deben tener derecho a unas libertades y cumplir unas obligaciones para que estas libertades no entren en conflicto con las libertades de los demás.
- Las desigualdades sociales y económicas deben resolverse de modo que resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad y de modo que los cargos y puestos deben estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad de oportunidades.
jueves, 8 de diciembre de 2016
La ley de Vagos y Maleantes de 1933( tiempos de la República), referida y aplicada en primer lugar a vagabundos, nómadas, proxenetas y cualquier otro elemento considerado antisocialLey injusta de primeras e injusta después, en 1954, cuando el Franquismo la amplió a los homosexuales (BOE n° 198, 17 de julio de 1954). E injusta porque rompía con el principio de igualdad ante la ley sin distinción de sexo, raza, clase social u orientación sexual.