A lo
largo de la Historia han vivido personas que se han dedicado a la reflexión
sobre la sabiduría, el pensamiento y comportamiento del ser humano: los
filósofos. Dentro de la filosofía se incluye la ética, que estudia y reflexiona
sobre, en términos generales, el bien y el mal en el comportamiento humano. No
ha de confundirse con la moral o conjunto de principios, valores y normas que
rigen nuestro comportamiento sin necesidad de reflexión o estudio previo.
En
este trimestre hemos estudiado a diversos filósofos: Sócrates, los sofistas,
Epicuro, Séneca y Kant. También hemos estudiado el utilitarismo. Algunos
de ellos trataron directamente la ética: Sócrates (llamado "el padre de la
ética"), Kant y los utilitaristas. Por otra parte Epicuro y Séneca desarrollaron
conductas para perseguir la felicidad.
En
primer lugar hablaré sobre Sócrates y los sofistas, que convivieron en la misma
sociedad y el mismo momento histórico y tenían ideas contrarias.
Los
sofistas eran una comunidad de maestros y políticos relativistas que vivían en
Grecia. Criticaban las costumbres, la religión y las instituciones e introducen
en la sociedad el relativismo, enseñando el discurso doble (que sabe tratar
ambas posturas: a favor y en contra). Sus principal idea es la de Protágoras:
"El hombre es la medida de todas las cosas" (Homo-mensura), de manera
que el bien y el mal son pactos entre ciudadanos, y no existe la verdad
absoluta sino que cambia en el tiempo, el espacio y de un individuo a otro.
Para ellos la virtud era el éxito político o social mediante la persuasión del
pueblo mediante la oratoria, en otras palabras, eran populistas.
Por
el contrario, Sócrates era un filósofo ateniense que se dedicaba a discutir y
preguntar mediante la mayéutica sobre valores y principios morales para llegar
a la esencia de aquello por lo que discutía. Eso resultaba muy molesto para
muchos ciudadanos y por ello Sócrates fue condenado a muerte por corromper a
los jóvenes e introducir nuevos dioses. Sócrates, que aceptaba las leyes y las
instituciones, murió como mártir aceptando su condena. Sus principales ideas
eran la existencia de la sabiduría absoluta y eterna (no relativa), la
divinidad de las leyes como manifestaciones de la justicia, el valor de las
leyes como búsqueda del bien común, el principio moral de obedecer siempre las
leyes, la virtud como "perfección del espíritu hasta el máximo",
enseñanza por mayéutica (un tipo de método deductivo basado en preguntas) y la
democracia como ideal asumido.
Sócrates
criticaba a los sofistas porque ponían sus habilidades y el saber al servicio
del poder en lugar del bien común, en lo cual estoy de acuerdo con Sócrates.
Sin embargo no estoy de acuerdo con ninguno en su opinión sobre el bien y el
mal. El bien y el mal tienen unos mínimos comunes esenciales pero también es
relativo al momento, la sociedad y el individuo.
Más
tarde hemos tratado en clase a Epicuro. Epicuro era un filósofo griego que
trató el tema de la felicidad. Defendió una doctrina que buscaba el placer y,
por consiguiente, la felicidad. Ya en su época era un anticonsumista y
establecía que los placeres materiales y carnales eran efímeros y con ellos no
se garantizaba la felicidad, sino con los placeres espirituales. Para él, los
requisitos para ser feliz eran tres: amigos, libertad y tiempo para la
reflexión. Pero no solo bastaba tener amigos, sino vivir con ellos y estar con
ellos a diario, para así disfrutar con ellos de la conversación y vivir sin
celos ni conflictos. Para él la libertad no solo era tener voluntad propia y
responsabilidad sino tener autonomía e independencia de otros.
Para
mí, las ideas de Epicuro son acertadas. Esas tres cosas son el resumen de una
vida de bienestar. Para mí, la más importante de ellas y la que más nos hace
falta en nuestra sociedad es la libertad.
Actualmente
se acepta la libertad como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar de
acuerdo a la propia voluntad de la persona, pero para mí la libertad va mucho
más allá y aún no somos libres. La libertad plena es un ideal inalcanzable. “No: yo tengo presente la única libertad
digna de ese nombre, la libertad que consiste en el pleno desarrollo de todos
los poderes materiales, intelectuales y morales latentes en cada hombre; una
libertad que no reconoce más restricciones que las trazadas por las leyes de
nuestra propia naturaleza, lo cual equivale a decir que no hay restricción
alguna porque esas leyes no nos son impuestas por ningún legislador exterior
situado sobre nosotros o entre nosotros.” Cap.: Libertad e igualdad, Escritos de Filosofía Política II, Mijaíl
Bakunin. Vivimos en una sociedad capitalista liderada por el beneficio
propio de cada individuo y una "igualdad de oportunidades" que nos
oprime de diversas formas. No nos damos cuenta de que las empresas y las
personas prestigiadas de la sociedad trabajan por beneficio propio y no se
preocupan por nosotros. De esta forma los propietarios de empresas,
explotadores, sacan el máximo beneficio de sus trabajadores sin preocuparse por
el beneficio de los demás. Para mí, el juego capitalista de los explotadores se
trata de "desplumar al ganso de forma tal que se obtenga la mayor cantidad
de plumas con el menor ruido" (como dijo J. B. Colbert sobre los
impuestos). A su vez, los privilegiados tratan de conservar sus poderes
mediante la manipulación del pensamiento de la sociedad: bombardeos de publicidad,
censura, educación inaccesible a todos, "quema de brujas"
(ridiculización de anticapitalistas)... También se usa la represión para el
mismo fin, que se ha usado a lo largo de la Historia en muchas ocasiones:
Sócrates fue condenado por sus ideas, Jesucristo (que defendía ideas
antimaterialistas y de igualdad que se oponían al gobierno imperialista romano)
fue crucificado, Rosa Luxemburgo fue asesinada por sus ideas políticas...
Además, la sociedad es bastante marginal y hay mucho odio que lleva a la discriminación
de ciertas personas por su nacionalidad, sus ideas políticas, su físico, sus
gustos... Esta discriminación se ve aumentada por los estereotipos
publicitarios y otros estereotipos: la nación es más que las naciones
extranjeras (esto lleva a la xenofobia), la mujer deportista tiene menos
prestigio social que el hombre deportista (lo que lleva a las diferencias de
género)... De todas estas formas la minoría consigue quitar libertades y
voluntad a la mayoría, oprimiéndola. Esos son los principales motivos por los
que no hay libertad en la actualidad.
Además,
la incultura hace que la voluntad del individuo se vea mermada, ya que el
individuo tiene menos opciones entre las que elegir. Lo ideal sería que el
individuo eligiese sus acciones buscando el bien común y teniendo la mayor y
más variada información posible. La incultura se produce en la sociedad actual
principalmente por la falta de espíritu crítico. Las personas no juzgan todas
las opiniones con imparcialidad, negando unas y aceptando otras por principio.
Esto se ve agravado por el adoctrinamiento religioso (ya a los niños pequeños
se le enseña religión sin que estos tengan la suficiente conciencia para
distinguir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal...) y el
adoctrinamiento político. Digo adoctrinamiento, que no influencia. La
influencia es imprescindible para el hombre, que no puede vivir sin una
sociedad y sin estar influenciado por su entorno. Sin embargo, existen métodos
para favorecer la voluntad y conciencia del individuo sin adoctrinarlo. Una
buena educación que sea imparcial y esté basada en hechos, que enseñe a los
niños el espíritu crítico, la libertad de pensamiento y expresión, opiniones
distintas, los Derechos Humanos, etc. daría lugar a personas libres y que
buscan el bien común. Como dijo Víctor Hugo: “La libertad comienza allí donde
acaba la ignorancia”.
Según
Kant los principales obstáculos que se encuentra el ser humano para poder ser
libre es el de dejarse guiar por otros, abandonando la autonomía propia de cada
hombre, por “pereza y cobardía” creando, así, un estado de tutelaje con
respecto a los demás. Continúa el ser humano en esta situación por su
incapacidad. Solo le haría falta para escapar la libertad, no obedecer sino
razonar.
Por otra parte, se establece que la libertad
de una persona acaba donde empieza la de otra, la libertad colectiva limita la
individual... Esto justifica el valor de las leyes, que limitan las libertades
individuales para favorecer el bien común. Las leyes establecen lo que está
bien y lo que está mal para que los ciudadanos lo sepan y actúen de acuerdo a
ella. La ley va de la mano con la justicia. Para mí la mejor definición de
justicia es la que da John Rawls, que establece la justicia como equidad. Para
él, para que se cumpla la justicia se ha de cumplir que:
• Cada
persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades
básicas compatible con un esquema similar de libertades para otros, es decir,
todas las personas deben tener derecho a unas libertades y cumplir unas obligaciones
para que estas libertades no entren en conflicto con las libertades de los
demás.
• Las
desigualdades sociales y económicas deben resolverse de modo que resulten en el
mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad y de modo que los
cargos y puestos deben estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad
de oportunidades.
No obstante, en la actualidad la justicia es darle
al delincuente el castigo que se merece y a la víctima la ayuda que necesita.
Esa justicia, para mí, está incompleta. En mi opinión, en una sociedad utópica
no habría condenas, puesto que todas las personas aceptarían la libertad
individual y colectiva y actuarían por bien común. Buscarían en la libertad de
los demás su propia libertad y buscarían en el bien de los demás su propio
bien, mirando más allá del bien propio, el de su familia, el de su clan y el de
su nación; mirando en el bien de la Humanidad. La justicia se manifestaría en
la igualdad de derechos y en el trabajo para contrarrestar las desigualdades
sociales y económicas. Si alguien intentase trabajar por beneficio propio a
costa de los demás vería un fracaso, puesto que cualquier persona se negaría a
someterse a él. Si surgiese el más mínimo brote de esclavitud la sociedad
odiaría al que somete al esclavo y este pararía porque le faltaría aceptación
social y fracasaría.
En esta sociedad utópica habría libertad e
igualdad y las leyes no serían establecidas sino implícitas en la misma
sociedad.
Aunque se establezca que la libertad
individual es limitada por la libertad colectiva, no creo que sea realmente
así. Esa libertad de la que se habla no es la libertad plena. “La libertad del
individuo es incrementada y no limitada por la libertad de otros”, Míjail
Bakunin. La libertad de cada uno tiende al infinito cuando esa libertad es
confirmada por el absoluto consenso de la sociedad, formada por personas de
conciencia y actitud libre que gozan de igualdad social. Esta sociedad es, la
utopía libertaria anterior.
Dicho todo esto, basándome en las ideas de
Bakunin resumo que la libertad es un ideal que busca el máximo desarrollo de
los poderes materiales, intelectuales y morales de cada persona sobre uno mismo
y de las demás personas sobre sí mismas, que busca independencia de la voluntad
de cada individuo respecto a la voluntad de otros, así como el bien común y la
igualdad para retroalimentarse.
Para conseguir la libertad se me ocurren
varios métodos:
-
Justicia: mediante la justicia de John Rawls se favorece la
libertad ya que impide la opresión, obligando moralmente a respetarse las
libertades de los demás, aunque yo lo vería más como favorecer las libertades
de los demás para incrementar la de todos. También se favorece la libertad
mediante la igualdad conseguida al beneficiar al desfavorecido socialmente.
- Educación
imparcial: mediante una buena
educación se conseguiría que las personas buscasen el bien común, que critiquen
las ideas que no compartan sin ofender al prójimo ni tener miedo a lo que
piensen los demás y que respeten nuestras diferencias, eliminando así la
discriminación y el miedo a ser diferente. Con estos tres objetivos de la
educación se favorecería la libertad.
- Inconformismo, rechazo a la opresión. Con la inconformidad de
pensamiento y obra hacia la opresión se elimina este grave problema. No importa
quién sea el opresor ni el oprimido, no se debe oprimir a nadie bajo ningún
concepto porque no favorece el bien común ni la felicidad común.
Después de Epicuro estudiamos a Séneca, el
máximo representante del estoicismo. El estoicismo se basa en aceptar lo que
nos pasa en la vida y privarse de deseos y posesiones materiales para así vivir
más tranquilos y felices.
En clase nos centramos en sus ideas sobre la
ira. El consejo que nos da Séneca es aceptar las cosas que nos pasan y aceptar
que nos van a pasar cosas frustrantes para así no preocuparse tanto por ellas y
ser más feliz, sin tener tanta ira. Para hacer eso Séneca nos recomendaba ser
más pesimistas, que no es no tener aspiraciones ni sueños sino pensar que
todo va a salir mal para que el fracaso no nos haga menos felices.
Séneca nos ofrece una forma de permanecer
tranquilos, nos pase lo que nos pase. Séneca realizó un estudio relacionado con
la ira a partir de las personas que le rodeaban. Se fijó en que la gente cuando
era rica, tendía a ser más furiosa. La esperanza de los ricos era demasiado
elevada y absurda, por tanto cuando las esperanzas se rompen, irrumpe la ira
como consecuencia de la frustración.
Séneca creía que todos nos cabreamos ante diversas
situaciones, menos o más. Así, Séneca dice que todos podemos beneficiarnos si
tenemos esperanzas más pequeñas.
Yo estoy de acuerdo con Séneca en que la
frustración es mala pero creo que si perseguimos realmente un sueño y confiamos
en nosotros mismos, podemos cumplirlo. Si queremos algo, debemos luchar por
ello, puesto que si no lo hacemos es imposible conseguirlo. Si aparece el
fracaso, aparecerá algo de rabia pero creo que tenemos que estar preparados
para el fracaso y si lo estamos, esa rabia no causará tanto mal. Si perseguimos
alguna meta y tenemos buena actitud, esa rabia será como una aguja que te
pincha en el culo mientras corres hacia esa meta, te obligará a correr más
rápido. La propia naturaleza del hombre ante los objetivos implica la rabia
ante el fracaso, es el empujón que necesita el hombre para esforzarse al
máximo. Sin embargo, es verdad que cuando la ira es muy grande o no se controla
bien, o cuando nos preocupamos demasiado por el resultado, caemos en la
desdicha. Resumiendo, la vida es como un deporte, hay que confiar en la
victoria y perseguirla, pero hay que estar preparado para la derrota.
Por eso creo que el estoicismo es algo
exagerado. Creo que tanto realismo nos aleja de confiar en grandes objetivos
que nos permitan cambiar el mundo y buscar el máximo bien posible de la
Humanidad. Lo mejor es confiar en grandes metas pero estar preparado para
grandes fracasos. En resumen “Hay que
conformarse con las cosas que no se pueden cambiar, hay que tener valor para
intentar cambiar las que sí se pueden cambiar y hay que tener sabiduría para
distinguir unas de otras”.
Por último tratamos el tema de kantismo y
utilitarismo.
Kant era un filósofo de la ilustración que
defendía que el fin no justifica los medios y que la bondad de una acción
depende de la intención (principio moral que se ha utilizado). Su ética es
formal ya que no establece qué hacer sino cómo actuar.
Su principal idea era el imperativo
categórico: “Obra de manera que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre
como principio de legislación universal” “Obra de tal modo que uses la
Humanidad tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin,
y nunca como un medio”. Dicho de otra manera, que antes de hacer algo te
imagines que eso que haces fuese un principio que siguiesen todas las personas,
y a partir de esa idea decidas lo que hacer. Si te gustase ese mundo en el que
todas las personas actuasen como tú, lo haces; si no, no lo haces.
Para dar sentido a todas sus ideas estableció
los postulados de la Razón, que son 3: La libertad humana, la inmortalidad del
alma y la existencia de Dios.
Por el contrario, el utilitarismo establece
que una acción es mejor que otra si sus consecuencias aportan más felicidad a
un número mayor de personas. De esta forma, el fin justifica los medios.
Yo pienso que tanto una persona que solo se
rija por principios como una persona que solo tenga en cuenta las consecuencias
de sus actos cometerán muchos fallos en dilemas morales. Creo que unos
principios mínimos para establecer cómo hay que actuar son necesarios, así como
es necesario tener en cuenta las consecuencias de los actos. También, en mi
opinión, es necesario establecer una escala de principios y de consecuencias en
la que se refleje cuáles son más importantes y cuáles menos. Por ejemplo, es
mejor no matar que no mentir, y es mejor salvar a un niño que salvar a un
anciano. Sin embargo, yo le doy más importancia a las consecuencias que a los
principios y me decanto más por el utilitarismo que por el kantismo. Pienso que
si se pudiesen conocer todas las consecuencias de los actos el utilitarismo
sería perfecto. Sin embargo eso es imposible, y por eso se han de tener unos
principios mínimos para actuar bien. El utilitarismo implica riesgo, puesto que
un fallo en el razonamiento puede hacer que se haga un acto malo, pero creo que
ese riesgo es necesario para poder tomar la mejor decisión. Si el utilitarismo
falla, es que el razonamiento no fue acertado. Por eso creo que las
consecuencias de los actos son más importantes que los principios.
A pesar de todo eso creo que Kant marcó un
antes y un después en la política y en la ética, y que todos deberíamos
aprender de él. Su ideal de las leyes es muy interesante, ya que dice que las
leyes no son impuestas por ningún legislador externo sino por cada individuo de
la sociedad en conjunto, que las quiere para todos y, por tanto, las cumple.
En conclusión, los filósofos han sido muy
importantes para la Humanidad porque han enseñado formas de pensamiento y de
actuación muy diversas que han marcado el pensamiento de muchas personas. Los
filósofos, en su constante afán por buscar la verdad, nos enseñan cosas muy
importantes. Además la variedad de puntos de vista y el esfuerzo que pone cada
filósofo en sus reflexiones nos permite tener más conocimientos, más variados y
mejores. Por eso es recomendable estudiar a los filósofos más importantes, para
aprender lo esencial para el comportamiento y el pensamiento.
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