domingo, 19 de marzo de 2017

Reflexión sobre los principales filósofos - Domingo Méndez

A lo largo de la Historia han vivido personas que se han dedicado a la reflexión sobre la sabiduría, el pensamiento y comportamiento del ser humano: los filósofos. Dentro de la filosofía se incluye la ética, que estudia y reflexiona sobre, en términos generales, el bien y el mal en el comportamiento humano. No ha de confundirse con la moral o conjunto de principios, valores y normas que rigen nuestro comportamiento sin necesidad de reflexión o estudio previo.

En este trimestre hemos estudiado a diversos filósofos: Sócrates, los sofistas, Epicuro, Séneca y Kant. También hemos estudiado el utilitarismo.  Algunos de ellos trataron directamente la ética: Sócrates (llamado "el padre de la ética"), Kant y los utilitaristas. Por otra parte Epicuro y Séneca desarrollaron conductas para perseguir la felicidad.

En primer lugar hablaré sobre Sócrates y los sofistas, que convivieron en la misma sociedad y el mismo momento histórico y tenían ideas contrarias. 

Los sofistas eran una comunidad de maestros y políticos relativistas que vivían en Grecia. Criticaban las costumbres, la religión y las instituciones e introducen en la sociedad el relativismo, enseñando el discurso doble (que sabe tratar ambas posturas: a favor y en contra). Sus principal idea es la de Protágoras: "El hombre es la medida de todas las cosas" (Homo-mensura), de manera que el bien y el mal son pactos entre ciudadanos, y no existe la verdad absoluta sino que cambia en el tiempo, el espacio y de un individuo a otro. Para ellos la virtud era el éxito político o social mediante la persuasión del pueblo mediante la oratoria, en otras palabras, eran populistas.

Por el contrario, Sócrates era un filósofo ateniense que se dedicaba a discutir y preguntar mediante la mayéutica sobre valores y principios morales para llegar a la esencia de aquello por lo que discutía. Eso resultaba muy molesto para muchos ciudadanos y por ello Sócrates fue condenado a muerte por corromper a los jóvenes e introducir nuevos dioses. Sócrates, que aceptaba las leyes y las instituciones, murió como mártir aceptando su condena. Sus principales ideas eran la existencia de la sabiduría absoluta y eterna (no relativa), la divinidad de las leyes como manifestaciones de la justicia, el valor de las leyes como búsqueda del bien común, el principio moral de obedecer siempre las leyes, la virtud como "perfección del espíritu hasta el máximo", enseñanza por mayéutica (un tipo de método deductivo basado en preguntas) y la democracia como ideal asumido.

Sócrates criticaba a los sofistas porque ponían sus habilidades y el saber al servicio del poder en lugar del bien común, en lo cual estoy de acuerdo con Sócrates. Sin embargo no estoy de acuerdo con ninguno en su opinión sobre el bien y el mal. El bien y el mal tienen unos mínimos comunes esenciales pero también es relativo al momento, la sociedad y el individuo.

Más tarde hemos tratado en clase a Epicuro. Epicuro era un filósofo griego que trató el tema de la felicidad. Defendió una doctrina que buscaba el placer y, por consiguiente, la felicidad. Ya en su época era un anticonsumista y establecía que los placeres materiales y carnales eran efímeros y con ellos no se garantizaba la felicidad, sino con los placeres espirituales. Para él, los requisitos para ser feliz eran tres: amigos, libertad y tiempo para la reflexión. Pero no solo bastaba tener amigos, sino vivir con ellos y estar con ellos a diario, para así disfrutar con ellos de la conversación y vivir sin celos ni conflictos. Para él la libertad no solo era tener voluntad propia y responsabilidad sino tener autonomía e independencia de otros. 

Para mí, las ideas de Epicuro son acertadas. Esas tres cosas son el resumen de una vida de bienestar. Para mí, la más importante de ellas y la que más nos hace falta en nuestra sociedad es la libertad.

Actualmente se acepta la libertad como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar de acuerdo a la propia voluntad de la persona, pero para mí la libertad va mucho más allá y aún no somos libres. La libertad plena es un ideal inalcanzable. “No: yo tengo presente la única libertad digna de ese nombre, la libertad que consiste en el pleno desarrollo de todos los poderes materiales, intelectuales y morales latentes en cada hombre; una libertad que no reconoce más restricciones que las trazadas por las leyes de nuestra propia naturaleza, lo cual equivale a decir que no hay restricción alguna porque esas leyes no nos son impuestas por ningún legislador exterior situado sobre nosotros o entre nosotros.” Cap.: Libertad e igualdad, Escritos de Filosofía Política II, Mijaíl Bakunin. Vivimos en una sociedad capitalista liderada por el beneficio propio de cada individuo y una "igualdad de oportunidades" que nos oprime de diversas formas. No nos damos cuenta de que las empresas y las personas prestigiadas de la sociedad trabajan por beneficio propio y no se preocupan por nosotros. De esta forma los propietarios de empresas, explotadores, sacan el máximo beneficio de sus trabajadores sin preocuparse por el beneficio de los demás. Para mí, el juego capitalista de los explotadores se trata de "desplumar al ganso de forma tal que se obtenga la mayor cantidad de plumas con el menor ruido" (como dijo J. B. Colbert sobre los impuestos). A su vez, los privilegiados tratan de conservar sus poderes mediante la manipulación del pensamiento de la sociedad: bombardeos de publicidad, censura, educación inaccesible a todos, "quema de brujas" (ridiculización de anticapitalistas)... También se usa la represión para el mismo fin, que se ha usado a lo largo de la Historia en muchas ocasiones: Sócrates fue condenado por sus ideas, Jesucristo (que defendía ideas antimaterialistas y de igualdad que se oponían al gobierno imperialista romano) fue crucificado, Rosa Luxemburgo fue asesinada por sus ideas políticas... Además, la sociedad es bastante marginal y hay mucho odio que lleva a la discriminación de ciertas personas por su nacionalidad, sus ideas políticas, su físico, sus gustos... Esta discriminación se ve aumentada por los estereotipos publicitarios y otros estereotipos: la nación es más que las naciones extranjeras (esto lleva a la xenofobia), la mujer deportista tiene menos prestigio social que el hombre deportista (lo que lleva a las diferencias de género)... De todas estas formas la minoría consigue quitar libertades y voluntad a la mayoría, oprimiéndola. Esos son los principales motivos por los que no hay libertad en la actualidad. 

Además, la incultura hace que la voluntad del individuo se vea mermada, ya que el individuo tiene menos opciones entre las que elegir. Lo ideal sería que el individuo eligiese sus acciones buscando el bien común y teniendo la mayor y más variada información posible. La incultura se produce en la sociedad actual principalmente por la falta de espíritu crítico. Las personas no juzgan todas las opiniones con imparcialidad, negando unas y aceptando otras por principio. Esto se ve agravado por el adoctrinamiento religioso (ya a los niños pequeños se le enseña religión sin que estos tengan la suficiente conciencia para distinguir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal...) y el adoctrinamiento político. Digo adoctrinamiento, que no influencia. La influencia es imprescindible para el hombre, que no puede vivir sin una sociedad y sin estar influenciado por su entorno. Sin embargo, existen métodos para favorecer la voluntad y conciencia del individuo sin adoctrinarlo. Una buena educación que sea imparcial y esté basada en hechos, que enseñe a los niños el espíritu crítico, la libertad de pensamiento y expresión, opiniones distintas, los Derechos Humanos, etc. daría lugar a personas libres y que buscan el bien común. Como dijo Víctor Hugo: “La libertad comienza allí donde acaba la ignorancia”.

Según Kant los principales obstáculos que se encuentra el ser humano para poder ser libre es el de dejarse guiar por otros, abandonando la autonomía propia de cada hombre, por “pereza y cobardía” creando, así, un estado de tutelaje con respecto a los demás. Continúa el ser humano en esta situación por su incapacidad. Solo le haría falta para escapar la libertad, no obedecer sino razonar. 

Por otra parte, se establece que la libertad de una persona acaba donde empieza la de otra, la libertad colectiva limita la individual... Esto justifica el valor de las leyes, que limitan las libertades individuales para favorecer el bien común. Las leyes establecen lo que está bien y lo que está mal para que los ciudadanos lo sepan y actúen de acuerdo a ella. La ley va de la mano con la justicia. Para mí la mejor definición de justicia es la que da John Rawls, que establece la justicia como equidad. Para él, para que se cumpla la justicia se ha de cumplir que:
•        Cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas compatible con un esquema similar de libertades para otros, es decir, todas las personas deben tener derecho a unas libertades y cumplir unas obligaciones para que estas libertades no entren en conflicto con las libertades de los demás.
•        Las desigualdades sociales y económicas deben resolverse de modo que resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad y de modo que los cargos y puestos deben estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad de oportunidades.

No obstante, en la actualidad la justicia es darle al delincuente el castigo que se merece y a la víctima la ayuda que necesita. Esa justicia, para mí, está incompleta. En mi opinión, en una sociedad utópica no habría condenas, puesto que todas las personas aceptarían la libertad individual y colectiva y actuarían por bien común. Buscarían en la libertad de los demás su propia libertad y buscarían en el bien de los demás su propio bien, mirando más allá del bien propio, el de su familia, el de su clan y el de su nación; mirando en el bien de la Humanidad. La justicia se manifestaría en la igualdad de derechos y en el trabajo para contrarrestar las desigualdades sociales y económicas. Si alguien intentase trabajar por beneficio propio a costa de los demás vería un fracaso, puesto que cualquier persona se negaría a someterse a él. Si surgiese el más mínimo brote de esclavitud la sociedad odiaría al que somete al esclavo y este pararía porque le faltaría aceptación social y fracasaría.
En esta sociedad utópica habría libertad e igualdad y las leyes no serían establecidas sino implícitas en la misma sociedad.

Aunque se establezca que la libertad individual es limitada por la libertad colectiva, no creo que sea realmente así. Esa libertad de la que se habla no es la libertad plena. “La libertad del individuo es incrementada y no limitada por la libertad de otros”, Míjail Bakunin. La libertad de cada uno tiende al infinito cuando esa libertad es confirmada por el absoluto consenso de la sociedad, formada por personas de conciencia y actitud libre que gozan de igualdad social. Esta sociedad es, la utopía libertaria anterior.
Dicho todo esto, basándome en las ideas de Bakunin resumo que la libertad es un ideal que busca el máximo desarrollo de los poderes materiales, intelectuales y morales de cada persona sobre uno mismo y de las demás personas sobre sí mismas, que busca independencia de la voluntad de cada individuo respecto a la voluntad de otros, así como el bien común y la igualdad para retroalimentarse.

Para conseguir la libertad se me ocurren varios métodos:

-         Justicia: mediante la justicia de John Rawls se favorece la libertad ya que impide la opresión, obligando moralmente a respetarse las libertades de los demás, aunque yo lo vería más como favorecer las libertades de los demás para incrementar la de todos. También se favorece la libertad mediante la igualdad conseguida al beneficiar al desfavorecido socialmente.
-       Educación imparcial: mediante una buena educación se conseguiría que las personas buscasen el bien común, que critiquen las ideas que no compartan sin ofender al prójimo ni tener miedo a lo que piensen los demás y que respeten nuestras diferencias, eliminando así la discriminación y el miedo a ser diferente. Con estos tres objetivos de la educación se favorecería la libertad.
-        Inconformismo, rechazo a la opresión. Con la inconformidad de pensamiento y obra hacia la opresión se elimina este grave problema. No importa quién sea el opresor ni el oprimido, no se debe oprimir a nadie bajo ningún concepto porque no favorece el bien común ni la felicidad común.

Después de Epicuro estudiamos a Séneca, el máximo representante del estoicismo. El estoicismo se basa en aceptar lo que nos pasa en la vida y privarse de deseos y posesiones materiales para así vivir más tranquilos y felices.

En clase nos centramos en sus ideas sobre la ira. El consejo que nos da Séneca es aceptar las cosas que nos pasan y aceptar que nos van a pasar cosas frustrantes para así no preocuparse tanto por ellas y ser más feliz, sin tener tanta ira. Para hacer eso Séneca nos recomendaba ser más pesimistas, que no es no tener aspiraciones ni sueños sino pensar que todo va a salir mal para que el fracaso no nos haga menos felices.
Séneca nos ofrece una forma de permanecer tranquilos, nos pase lo que nos pase. Séneca realizó un estudio relacionado con la ira a partir de las personas que le rodeaban. Se fijó en que la gente cuando era rica, tendía a ser más furiosa. La esperanza de los ricos era demasiado elevada y absurda, por tanto cuando las esperanzas se rompen, irrumpe la ira como consecuencia de la frustración.

Séneca creía que todos nos cabreamos ante diversas situaciones, menos o más. Así, Séneca dice que todos podemos beneficiarnos si tenemos esperanzas más pequeñas.

Yo estoy de acuerdo con Séneca en que la frustración es mala pero creo que si perseguimos realmente un sueño y confiamos en nosotros mismos, podemos cumplirlo. Si queremos algo, debemos luchar por ello, puesto que si no lo hacemos es imposible conseguirlo. Si aparece el fracaso, aparecerá algo de rabia pero creo que tenemos que estar preparados para el fracaso y si lo estamos, esa rabia no causará tanto mal. Si perseguimos alguna meta y tenemos buena actitud, esa rabia será como una aguja que te pincha en el culo mientras corres hacia esa meta, te obligará a correr más rápido. La propia naturaleza del hombre ante los objetivos implica la rabia ante el fracaso, es el empujón que necesita el hombre para esforzarse al máximo. Sin embargo, es verdad que cuando la ira es muy grande o no se controla bien, o cuando nos preocupamos demasiado por el resultado, caemos en la desdicha. Resumiendo, la vida es como un deporte, hay que confiar en la victoria y perseguirla, pero hay que estar preparado para la derrota.

Por eso creo que el estoicismo es algo exagerado. Creo que tanto realismo nos aleja de confiar en grandes objetivos que nos permitan cambiar el mundo y buscar el máximo bien posible de la Humanidad. Lo mejor es confiar en grandes metas pero estar preparado para grandes fracasos. En resumen “Hay que conformarse con las cosas que no se pueden cambiar, hay que tener valor para intentar cambiar las que sí se pueden cambiar y hay que tener sabiduría para distinguir unas de otras”.

Por último tratamos el tema de kantismo y utilitarismo.

Kant era un filósofo de la ilustración que defendía que el fin no justifica los medios y que la bondad de una acción depende de la intención (principio moral que se ha utilizado). Su ética es formal ya que no establece qué hacer sino cómo actuar.

Su principal idea era el imperativo categórico: “Obra de manera que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre como principio de legislación universal” “Obra de tal modo que uses la Humanidad tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca como un medio”. Dicho de otra manera, que antes de hacer algo te imagines que eso que haces fuese un principio que siguiesen todas las personas, y a partir de esa idea decidas lo que hacer. Si te gustase ese mundo en el que todas las personas actuasen como tú, lo haces; si no, no lo haces.

Para dar sentido a todas sus ideas estableció los postulados de la Razón, que son 3: La libertad humana, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.

Por el contrario, el utilitarismo establece que una acción es mejor que otra si sus consecuencias aportan más felicidad a un número mayor de personas. De esta forma, el fin justifica los medios.

Yo pienso que tanto una persona que solo se rija por principios como una persona que solo tenga en cuenta las consecuencias de sus actos cometerán muchos fallos en dilemas morales. Creo que unos principios mínimos para establecer cómo hay que actuar son necesarios, así como es necesario tener en cuenta las consecuencias de los actos. También, en mi opinión, es necesario establecer una escala de principios y de consecuencias en la que se refleje cuáles son más importantes y cuáles menos. Por ejemplo, es mejor no matar que no mentir, y es mejor salvar a un niño que salvar a un anciano. Sin embargo, yo le doy más importancia a las consecuencias que a los principios y me decanto más por el utilitarismo que por el kantismo. Pienso que si se pudiesen conocer todas las consecuencias de los actos el utilitarismo sería perfecto. Sin embargo eso es imposible, y por eso se han de tener unos principios mínimos para actuar bien. El utilitarismo implica riesgo, puesto que un fallo en el razonamiento puede hacer que se haga un acto malo, pero creo que ese riesgo es necesario para poder tomar la mejor decisión. Si el utilitarismo falla, es que el razonamiento no fue acertado. Por eso creo que las consecuencias de los actos son más importantes que los principios.

A pesar de todo eso creo que Kant marcó un antes y un después en la política y en la ética, y que todos deberíamos aprender de él. Su ideal de las leyes es muy interesante, ya que dice que las leyes no son impuestas por ningún legislador externo sino por cada individuo de la sociedad en conjunto, que las quiere para todos y, por tanto, las cumple.

En conclusión, los filósofos han sido muy importantes para la Humanidad porque han enseñado formas de pensamiento y de actuación muy diversas que han marcado el pensamiento de muchas personas. Los filósofos, en su constante afán por buscar la verdad, nos enseñan cosas muy importantes. Además la variedad de puntos de vista y el esfuerzo que pone cada filósofo en sus reflexiones nos permite tener más conocimientos, más variados y mejores. Por eso es recomendable estudiar a los filósofos más importantes, para aprender lo esencial para el comportamiento y el pensamiento.

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