Año: 1997
Duración: 126 min
País: Estados Unidos
Género: Drama
Director: Gus Van Sant
Guion: Matt Damon, Ben Affleck
Música: Danny Elfman
Fotografía: Jean-Yves Escoffier
Reparto: Matt Damon (Will Hunting), Robin Williams (Sean Maguire), Minnie Driver (Skylar), Ben Affleck (Chuckie Sullivan), Stellan Skarsgård (Gerald Lambeau), Casey Affleck (Morgan O’Mally , Cole Hauser (Billy McBride)

Continúa de esta manera la historia, mostrándonos la personalidad de Will y sus relaciones con sus amigos, una chica, Sean y el profesor Lambeau. Poco a poco, nos damos cuenta de que la importancia de la historia reside no en los hechos que van sucediendo, sino en la evolución del protagonista y los cambios que supone en sus relaciones con los otros personajes.
“No sabes lo que se significa perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio, Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro y rajaste mi puta vida de arriba a abajo. Eres huérfano, ¿verdad? ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida? ¿Cómo te sientes, quién eres porque he leído a Oliver Twist? ¿Un libro basta para definirte?”
En mi opinión, el tema principal de la película es el miedo. Vemos el intento del profesor Lambeau por conducir a Will por el “buen camino”, en el que desatará su talento y triunfará, además de ganar fama. Pero éste muestra su desprecio por su capacidad, definiéndolo como algo que él no pidió. Cuando el profesor le da varias ofertas de trabajo, se acentúa su negativa a salir de su zona de confort: ir todas las mañanas a trabajar cuando su colega Chuckie va a recogerle, trabajar, después salir con sus amigos a tomar una cerveza y volver a casa, y así todos los días.
“No, no te lo debes a ti mismo, me lo debes a mí. Una mañana me despertaré con cincuenta tacos, y seguiré haciendo esta mierda; para mí está bien, es cojonudo. Pero tú tienes un boleto de lotería ganador y te faltan pelotas para ir a cobrarlo, eso es una cabronada. Yo haría lo que fuera por tener lo que tienes tú, y estos tíos también, sería un insulto que siguieras aquí dentro de veinte años. No queremos ver cómo desperdicias tu vida.”
Su tendencia a cerrarse y relacionarse únicamente con sus amigos barriobajeros se debe al miedo al abandono, y, por ello, intenta cortar su relación con Skylar. Al final de la película se nos revela el porqué de este miedo: empezó a desarrollar este método de defensa por su identidad de huérfano y el hecho de haber sido abandonado numerosas veces.
Cuando se revela esto, gracias a Sean, vemos cómo se produce un cambio en él, aceptando su gran capacidad. De este modo, se presenta a una de las ofertas de trabajo y, más tarde, va en busca de Skylar que volvió a California.
“Lo siento, tengo que ver a una chica.”
En mi opinión, es una gran película, ya no sólo por las grandes actuaciones de los actores, sino por la ambientación y por cómo está enfocada. Además, a pesar de seguir el típico esquema de todas películas, los discursos de la película son realmente emotivos e ingeniosos, como el siguiente:
También nos muestra por qué es importante intentar superar nuestros miedos, ya que este acto nos abriría una infinidad de puertas, además de quitarnos un peso de encima y acercarnos más a la felicidad. En definitiva, una película increíble muy recomendada, de ésas que hay que volver a ver de vez en cuando para las veces que nos veamos perdidos o con cierta desesperanza por la vida.
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